El 100% de los envases de Coca-Cola Argentina son totalmente
reciclables

En reconocimiento de la importancia del Día Mundial del Reciclaje, fecha que se celebró el 17 de Mayo y fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Coca-Cola reafirmó su visión de Un Mundo Sin Residuos, que implica la implementación de un plan para reducir el impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida del envase, desde su diseño hasta su recolección, reutilización y reciclado. 

Para los años venideros, existen metas claras que la organización quiere cumplir, como:

  • Recuperar y reciclar el 100% de los envases que se ponen en el mercado para el 2030. En Argentina actualmente se recuperan y reciclan el 54% de los envases gracias al trabajo que se lleva adelante con organizaciones y entidades de la sociedad civil para elevar los índices de recupero y reciclaje de envases no retornables. Así como el impulso y la promoción del uso de envases retornables.
  • Elaborar empaques con al menos 50% de PET reciclado para el 2025. En Argentina, los envases contienen, en promedio, un 15% de resina reciclada. 

“Para la Compañía la rentabilidad es importante, pero no a cualquier costo. Las personas importan. El planeta importa. Hacemos negocios de la manera correcta, no del modo más fácil, observando nuestros valores y trabajando por soluciones que nos beneficien a todos” dijo Juan Sebastián Jiménez Ávila, Director de Asuntos Públicos, Comunicación y Sustentabilidad para Argentina y Uruguay. Y continuó: “Para ello, invertimos constantemente en innovación e investigación de nuevas tecnologías que permitan alcanzar nuestros objetivos de sostenibilidad en nuestra iniciativa Un Mundo Sin Residuos”.

Para poder continuar con el objetivo de recuperar los envases, la Compañía, junto a sus socios embotelladores, ONG ambientales y cooperativas de reciclaje, llevan a cabo diversas iniciativas:

Mi Ciudad Sin Residuos: es la estrategia con la que Coca-Cola está presente en diversos ámbitos de la vida cotidiana de los consumidores durante todo el año con el objetivo de alentarlos y concientizarlos acerca de la importancia del recupero y reciclado de envases. Para ello, buscan extender estas acciones en comercios de barrio, super e hipermercados, y hasta en los hogares argentinos para contribuir con la Economía Circular (contemplando los bienes de consumo desde su concepción y producción hasta el momento de reutilizar, reducir, reciclar o compostar)  y con el incremento de los niveles de recupero de materiales reciclables en todo el país.   

Mi Playa Sin Residuos: es la plataforma que enmarca todas las acciones durante el verano. La propuesta busca concientizar sobre el valor de los envases retornables y reciclables y la importancia de su recupero y tratamiento post consumo.  Este verano estuvo presente con paradores en Posadas, Misiones; Pinamar, Villa Gesell, Las Toninas, Santa Teresita, San Bernardo, Mar de Ajo, Costa del Este y Monte Hermoso, en la Costa Atlántica; y Alma Fuerte y Los Reartes en Córdoba. Además de realizar jornadas de limpieza de costas.

Ruta Verde: es la Iniciativa de reciclaje colaborativo que se realizó en Buenos Aires, Tucumán y Chaco que establece alianzas con municipios en un radio de 300 km., con el objetivo de lograr eficiencia en logística, aumentar el recupero y poder centralizar el material en ciudades que puedan acondicionarlo para así aumentar el valor del material. 

Este programa beneficia a un total de 590.476 personas. En 2022 el programa Ruta Verde ha recuperado 2015 toneladas de plástico PET.

Alianza con Greener: Este startup conecta a generadores de residuos, recolectores y organizaciones que trabajan en el ecosistema del reciclaje, organizando y optimizando la ruta para aumentar el volumen y hacer eficiente el correcto trabajo de disposición, recolección y reciclaje, brindando trazabilidad y simplificando el proceso logístico. En Argentina esta asociación permitirá la recolección y reciclaje de 2.000 mil toneladas de residuos.

“Desde Coca-Cola buscamos repensar la economía y cómo definimos el progreso en la sociedad, y entendimos que la respuesta a esta problemática está anclada en el enfoque de la economía circular, una economía reparadora y regenerativa que toma la decisión de producir y consumir de manera que el valor de los materiales y de nuestros productos se mantenga durante el mayor tiempo posible, y el uso de los recursos y la generación de residuos se reduzcan al mínimo” concluye Jiménez Ávila.



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