Eidico, una empresa con el foco en las personas

Por Diego Lanusse

Director Asociado RSE y Sustentabilidad de Eidico


La sustentabilidad es nuestra capacidad de evolucionar como empresa a lo largo del tiempo, planteando un equilibrio en pilares claves para ser una organización sustentable: el económico, social, medioambiental y humano. Para nosotros se trata de un impacto cuádruple. La mayoría de las organizaciones trabajan en el económico, social y medioambiental, nosotros sumamos el humano. Las personas son el centro, son a quienes debemos impactar al final de cuentas. Son nuestro foco.

Si nos preguntan cuál es nuestro propósito como empresa, respondemos que es ser protagonistas en el desarrollo sustentable de nuestro país. El desafío que el siglo XXI puso a los empresarios y que estamos recorriendo en Eidico es resignificar nuestro negocio: “Ya no se trata solo de construir barrios o emprendimientos inmobiliarios, sino de emprender negocios inclusivos y comunidades sostenibles en el tiempo”.

Vamos a detenernos en el eje humano, en la persona: se habla mucho de su mente, cuerpo y corazón, pero poco de la espiritualidad. Ni hablar en el contexto de una empresa. La espiritualidad vincula a Eidico con la religión católica. Es un vínculo real, que existe y que se visualiza en los nombres de gran parte de nuestros proyectos, en las iglesias construidas en varios de ellos, en la fe de nuestros directores y de muchos colaboradores. En Eidico tenemos la convicción de que los valores cristianos son universales, son el marco y la guía de nuestro accionar: el amor, el respeto, la tolerancia y la solidaridad. Son el puntapié, que luego trazan un camino de apoyo, introspección y foco en las personas y su desarrollo humano. Hay una frase que lo dice todo: “Conócete a ti mismo y conquistarás el mundo”. Hay que trabajar la espiritualidad para hablar profundamente con nosotros mismos y preparar nuestra mente para poder estar bien con uno mismo y, por sobre todo, con el prójimo para
poder trascender a través del otro.

Vecinos de nuestros barrios, de barrios lindantes, colaboradores, aliados estratégicos, socios y toda la comunidad son el marco de nuestro negocio. Nuestra mirada está puesta en ellos como personas, como individuos cuya felicidad y bienestar trae
aparejado nuestro bienestar y crecimiento como empresa.

Hoy existe un concepto que denomina Human Centric a aquellas organizaciones que ponen a las personas en primer lugar. Para Andy Stalman, reconocido especialista en estrategias de branding, no existe una empresa exitosa que no ponga en primer lugar a las personas. Es que no es nada nuevo: las empresas SON sus personas; las empresas están conformadas por personas, no son solo un logotipo, marca o fortaleza tipo castillo infranqueable. Adentro hay personas como uno, que piensan, hablan, hacen,
toman decisiones que impactan. Las empresas son sus colaboradores, sus clientes y su comunidad. En Eidico siempre trabajamos en ese sentido y cada eje con el que vinculamos la tarea -trabajo, educación, familia, hábitat, salud y espiritualidad- refuerza nuestra visión. Porque todo hace al desarrollo integral y humano de una persona. Trabajar dignifica y posibilita obtener recursos para cumplir nuestros sueños y objetivos personales, la educación genera inserción sociolaboral, la familia es la semilla donde las personas nos formamos, educamos y adquirimos las herramientas para luego trascender, el hábitat incluye acceso a servicios básicos, tanto de infraestructura de servicios, acceso a la vivienda, al trabajo, hospitales,
entretenimiento y al transporte. La salud es un derecho básico de todo niño/a para poder desarrollarse plenamente. Y la espiritualidad es el centro, el eje que engloba todos los demás y que permite mantener el foco en lo importante: los valores que buscamos cuidar.

De esta manera, desde la cultura interna, nuestra manera de enfocar el servicio y los eventos al público, buscamos manifestar esta mirada humana. Un enfoque 100% en la persona y en su desarrollo integral. Desde lo social, también trabajamos en la colaboración con las diócesis locales, en la construcción de iglesias y en actividades vinculadas a la comunidad cristiana porque el amor y la vida comunitaria salva al mundo.

 

Buenos Aires, Septiembre 2018.

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