En este nuevo paradigma se busca modificar la forma en que producimos y consumimos. La conciencia ambiental está inmersa en todos los ámbitos de la sociedad, y transforma el modelo de consumo. Los residuos todos juntos son basuras, pero separados son recursos. Esta perspectiva se viene estudiando y poniendo en práctica hace varios años, de esta manera reducimos nuestros desechos y extraemos menos bienes naturales del planeta.
Bajo la perspectiva de una economía circular en nuestro país se busca solucionar uno de los riesgos ambientales y sanitarios más urgentes, existen 5000 basurales a cielo abierto en Argentina, más de 2 por municipio. Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible impulsan el Plan Federal de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto, en articulación con municipios, para promover el saneamiento de basurales y la optimización de recursos para garantizar una gestión moderna y eficiente de los residuos sólidos urbanos. Otro eslabón importante para que funcione la cadena de la economía circular son los recuperadores urbanos.
Desde Innovar Sustentabilidad nos comunicamos con Belén Arce, líder de inversión social estratégica del Banco Galicia, especialista en sustentabilidad y docente universitario, para conversar sobre este nuevo paradigma de economía circular. “El paradigma de pasar de una economía lineal, extraigo, proceso, consumo y tiro a una economía circular que busca ver de qué forma pegamos la vuelta y que eso que es considerado un residuo, pase a ser un recurso”, expresa Arce. Se puede aplicar en todos los sectores de la industria, textil dando un nuevo uso a la prenda de ropa, alimentaria, nueva vida a un recurso orgánico, entre otros.
Estas transformaciones están dando fruto debido a que hay más conciencia en las formas que uno consume, y las industrias están innovando en su forma de producir. Belén Arce define: “Las empresas encuentran no solamente un beneficio económico, sino un beneficio social en su reputación, y ambiental, aprovechando mejor sus recursos”. Se unen dos eslabones importantes, hay más información disponible y hay un consumidor más dispuesto a ser parte de este cambio.
Darles un nuevo uso a los residuos ayuda a crear nuevas empresas, y a usar menos materia prima de la tierra. Marote es una empresa social, usan el diseño como herramienta para crear un impacto ambiental y social positivo. A partir de plásticos posconsumos que compran a talleres protegidos, cooperativas de recuperadores humanos y ONGs, procesan esta materia prima y crean nuevos productos. Nos comunicamos con Luciano Bochicchio, el coordinador de Marote, diseñador industrial, para que nos cuente de qué manera contribuyen en una economía circular. “Nuestro objetivo principal es generar consumidores responsables, que al ver ese producto sepan de dónde viene, se pregunten quién lo fabricó, bajo qué condiciones, de donde viene la materia prima, qué impactos genera en el ambiente” detalló.
Con este proceso de reutilización del plástico, se baja el impacto ambiental. Sacan los residuos de los basurales, y los traen nuevamente a la cadena productiva en forma de nuevos productos. En este proceso no le ponen ningún tipo de aditivo ni colorante, se apropian de las cualidades de la materia prima, de esta manera el producto es lo más sustentable posible. Crean productos pequeños como macetas, llaveros, y productos más grandes como cestos de basura, bicicleteros, entre otros.
Por Rocío Morabito