Todos los 5 de junio desde 1972 Naciones Unidas establece el Día Mundial del medioambiente con el objetivo de promover acciones individuales y globales para la preservación de nuestro medio de vida. Según el organismo, el 40% de las superficies terrestres están deterioradas, impactando directamente a la mitad de la población mundial y amenazando cerca de la mitad del PIB global (US$ 44 billones).
Además, se calcula que desde el 2000, los episodios y la duración de las sequías han crecido un 29%, y sin intervenciones inmediatas, para el año 2050, las sequías podrían alcanzar a más del 75% de la población mundial.
El lema de este año es «Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración», donde Arabia Saudita será el anfitrión de las celebraciones mundiales del Día Mundial del Medioambiente de 2024. Se trata del 30º aniversario de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. La ONU considera que la restauración del suelo es un pilar fundamental del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030), que constituye un llamado a la protección y la revitalización de los ecosistemas en todo el mundo, un aspecto fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Situación en Argentina: el agua
En nuestro país el abastecimiento de agua para toda la población es una deuda histórica y que se ha ido profundizando en las últimas décadas. Según el mapa del agua de Argentina, al menos un 33.5% de la población vive en zonas sin acceso a agua potable o red cloacal -según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA)-. Además, 300.000 hogares no tienen baño, letrina ni pozo, acorde a los datos obtenidos por la Plataforma del Agua, elaborada por expertos de organismos públicos, universidades, ONGs y empresas.
Naciones Unidas es muy clara al respecto. El vínculo con el entorno es fundamental para paliar el desastre natural que estamos viviendo. Y ese vínculo se construye no solo con actores políticos comprometidos, sino también con alianzas sociales y participación ciudadana. Con pequeños gestos y costumbres, todas y todos podremos contribuir al cuidado de la naturaleza, nuestro hogar.
El agua debe ser considerada un derecho humano fundamental para toda nuestra sociedad, entendiendo que la misma no puede ser un privilegio, sino un estándar básico de calidad de vida. La reciente pandemia que vivimos demostró que las enfermedades no distinguen nacionalidad ni clase social, y que sin el acceso seguro y universal de este recurso no sólo no hay un futuro posible, sino tampoco un presente justo.
Cada cinco segundos se erosiona el equivalente a un campo de fútbol. Sin embargo, se necesitan mil años para generar 3 centímetros de tierra vegetal. El Día Mundial del Medioambiente 2024 es un recordatorio de que cada acción cuenta. Desde decisiones personales como reducir el consumo de agua y energía, hasta participar en actividades comunitarias, todos tenemos un papel que desempeñar. La restauración de tierras no solo es una necesidad ambiental, sino una oportunidad para fortalecer nuestras comunidades y economías de manera sostenible.