Este 21 de septiembre, además de celebrarse la llegada de la primavera y el día de la paz, se recuerda la fundación de la Obra Social de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina, en 1941 determinado esta fecha como el “día de la sanidad”. El objetivo es conmemorar la labor de todos los profesionales de la salud y a todos aquellos que trabajan en el ámbito sanitario; espacio que por supuesto no está exento de las consecuencias del cambio climático, es por ello que existen múltiples conexiones entre el ámbito de la salud y los entornos saludables.
Sabemos que un medio ambiente limpio y sostenible es fundamental para la salud, ya que la contaminación del aire y el agua puede causar enfermedades respiratorias, cardiovasculares y otras condiciones de salud. Un ejemplo de prácticas sustentables en sanidad es la creación de los “hospitales verdes”, que se caracterizan por estar diseñados para el ahorro en el consumo de energía y agua, además de adecuar los espacios para dar paso a la iluminación natural y utilizar materiales para su construcción con bajas emisiones de CO₂.
Si bien el principal objetivo del sector salud es el bienestar de las personas, ese concepto también incluye crear un ambiente saludable. De hecho el sector salud es uno de los principales consumidores de energía en el mundo, además de ser generador de una cantidad considerable de desechos día a día, lo cual incrementa la contaminación y cambio climático que afectan la salud de las personas.
Otro punto central para crear ambientes sustentables y sanos a la vez es apuntar recursos dispuestos a la capacitación y la distribución de información de programas de salud comunitaria; esto quiere decir, iniciativas que fomenten hábitos de vida saludables y la educación sobre la importancia de un entorno limpio, que incluye qué y cómo nos alimentamos y qué y cómo gestionamos nuestros residuos.
De esta forma, integrar la sustentabilidad en las políticas de salud no solo protege el medio ambiente, sino que también mejora la calidad de vida y promueve un futuro más saludable para todos. Es esencial trabajar en conjunto para abordar estos desafíos y crear un sistema que beneficie tanto a las personas como al planeta. Este día es una oportunidad para reconocer la labor de los profesionales de la salud y su compromiso con el bienestar de la población, así como también de cómo podemos todos, individualmente, contribuir a mejorar la calidad de vida propia y la del planeta.