Día de la conservación del suelo: Un bien social que necesita la concientización de todos

Como todo 7 de Julio en Argentina se celebra el Día Nacional de la Conservación del Suelo, desde 1963 cuando la Presidencia de la Nación decretó este día, en reconocimiento al Dr. Hugh H. Bennett, pionero y emblema en la disciplina.

Esta conmemoración tiene relevancia en nuestro país ya que en nuestro suelo se producen destacados alimentos a nivel mundial y se debe cuidar este recurso natural, para que siga siendo productivo por muchas generaciones. El suelo es uno de los bienes más importantes que provienen de la naturaleza.

Para informar más sobre esta temática y la relevancia que tiene en nuestro país desde Innovar Sustentabilidad nos comunicamos con Dr. Mario Guillermo Castiglioni, presidente de la Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo. Todos los años a través de la Asociación realizan distintas actividades en conmemoración de este día, con la finalidad de difundir los avances logrados en el estado del conocimiento del funcionamiento de este recurso.

El suelo es un recurso de uso constante tanto por la naturaleza como por el ser humano. Cuando este no se protege, queda expuesto directamente a factores climáticos, como la lluvia o el viento, que pueden ocasionar su deterioro. “El hombre a partir de su mal uso puede generar procesos de degradación física, química y biológica edáfica, formando capas endurecidas que no favorecen la profundización de las raíces de los cultivos, mermas en el contenido de materia orgánica y por lo tanto una menor actividad biológica edáfica, como también una acidificación del suelo” define Dr. Mario Guillermo Castiglioni.

En este sentido, los principales factores que causan la degradación de los suelos son entre otros: la simplificación de las rotaciones o el monocultivo, la implementación de sucesivos cultivos que dejan pocos rastrojos, el desmonte, el sobrepastoreo, la quema de pastizales, el excesivo laboreo del suelo, el mal uso de los agroquímicos, el uso para riego de aguas no aptas, dejar el suelo descubierto favoreciendo los procesos de erosión, el uso agrícola de tierras no aptas para la agricultura y la falta de reposición de nutrientes que compensen la extracción realizada por los cultivos.

No es solamente un recurso natural sino también un bien social ya que el suelo provee determinados servicios eco sistémicos. Estos servicios funcionan para el almacenamiento y fijación del carbono, almacenamiento y filtración del agua, reserva de biodiversidad, escenario indispensable para la realización de los ciclos biogeoquímicos, entre otras. “Para conservar el suelo se deben aplicar aquellas prácticas generales y específicas de manejo y conservación que contemplen la fragilidad de las tierras a los distintos procesos de degradación”, expresa el presidente de la Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo.

 

Por Rocío Morabito

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