El presidente de la Nación, Alberto Fernández, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, pusieron en marcha la planta que elabora un volumen equivalente a todo el diesel premium que se comercializa en la Argentina y actualmente es importado.
“Ya no será necesario importar diesel premium”, advirtió Alejandro Bulgheroni, presidente de Pan American Energy, cuando esta mañana le entregó al presidente de la Nación, Alberto Fernández, la primera producción de gasoil de ultra bajo contenido de azufre que salió de la nueva planta hidrotratadora de diésel (DHT) que puso en marcha la compañía.
Marcos Bulgheroni, CEO de la compañía, explicó que “esto, que años atrás fue un proyecto, hoy es una realidad que pudimos construir a lo largo de diferentes gobiernos. Todos entendieron la importancia de esta obra que nos permite profundizar el proceso de industrialización del petróleo que también producimos”, destacó.
La nueva planta posiciona a la refinería de Campana a la altura de los estándares de calidad más exigentes del mundo para elaborar un combustible que cuenta con menos de diez partes por millón de azufre, el nivel mínimo técnicamente posible, y que se destaca principalmente porque disminuye las emisiones contaminantes de los vehículos que lo utilizan, mejorando su relación con el medioambiente.
Participaron también de la puesta en marcha del DHT el ministro del Interior, Eduardo de Pedro; el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el intendente de Campana, Sebastián Abella.
“Como bonaerenses estamos orgullosos de esta obra, que tiene la capacidad de producir todo el diésel premium que se vende en el país”, destacó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. “Este es un producto que en Argentina importábamos y a partir de ahora vamos a elaborar en la Argentina y en nuestra provincia de Buenos Aires, donde se procesa el 80% del combustible que se elabora en el país. Buenos Aires definitivamente es una provincia petrolera”, destacó el gobernador.
El presidente Alberto Fernández destacó que “este es un momento feliz en medio de la pandemia. Inauguramos una planta que va a producir el diesel que la Argentina hoy importa. Que podamos producir en la Argentina la energía que necesita nuestra economía es muy importante, porque son dólares que dejan de irse del país”, señaló.
“Me pone muy feliz, además, cómo se hizo esta maravillosa obra de ingeniería con trabajadores, industriales, ingenieros y empresarios argentinos que asumieron el desafío de hacer algo que no es fácil encontrar en el mundo: una refinería que prácticamente se construyó encima de otra sin dejar de operar”, agregó Fernández, quien se llevó una botella con el primer destilado de la nueva planta. “Cuando abría la canilla que descargaba el nuevo diesel yo sentía que se estaba abriendo el futuro de la Argentina”, señaló. “En esta botella está el futuro de nuestro país”, aseguró.
El Presidente, junto a los demás funcionarios y autoridades de Pan American Energy, descubrieron una placa recordatoria del momento “en conmemoración de la idea y sueño del doctor Carlos Bulgheroni”.
Con una inversión de más de 1500 millones de dólares de capital, la refinería que elabora los combustibles AXION energy está convirtiéndose en la más moderna de Sudamérica para incrementar en un 60% su capacidad de producción de gasoil y 50% de naftas, además de mejorar su calidad para llevarlos a los mayores estándares del mundo, y anticiparse a las exigencias regulatorias argentinas que entrarán en vigor dentro de 3 años y medio.
Se trata de la inversión más grande en el sector de refinación en la Argentina de los últimos 30 años para producir combustibles de mayor calidad y más limpios, mejorando a la vez la preservación del medio ambiente al reducir en 99% las emisiones de dióxido de azufre de la planta y obteniendo nuevos subproductos que la compañía ya está vendiendo a nuevas industrias. A partir de la millonaria inversión, se incorporó también una nueva sala de control totalmente equipada con última tecnología, una nueva unidad de coqueo, una planta de tratamiento de efluentes líquidos y otra de producción de hidrógeno.
La magnitud de esta obra contó con un total de 17,5 millones de horas hombre y generó empleo a más de 4000 personas en el desarrollo y ejecución de los trabajos, que se llevaron a cabo sin detener el normal ciclo de producción de la refinería, que nunca dejó de operar mientras le añadían más de 30.000 toneladas de estructura (el equivalente a 4 torres Eiffel) y más de 750.000 pulgadas de soldadura a lo largo de 200 kilómetros lineales de cañería.