El INTA se presenta junto con Unilever en el primer encuentro del año para el sector agro, con el fin de acercar de primera mano a los consumidores los avances de su trabajo en prácticas de agricultura regenerativa. Además, presentando en conjunto las variedades de zanahoria, cebolla, morrón y espinacas deshidratadas hechas con agricultura regenerativa en Mendoza y San Juan.
Unilever y Knorr llegan a Expoagro 2025, de la mano del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), para dar a conocer los resultados obtenidos -a partir del convenio público-privado- en materia de agricultura regenerativa. En esta oportunidad, Knorr se suma al stand de INTA para presentar las variedades de vegetales deshidratados producidos con agricultura regenerativa, fruto de un trabajo articulado que ya cumple 3 años.
Junto con Knorr y Unilever, el INTA viene trabajando hace más de 30 años en distintos proyectos de agricultura sostenible. “En Unilever tenemos el compromiso a nivel global de ayudar a proteger y regenerar más de 2 millones de hectáreas para el 2030. La regeneración es posible con un compromiso desde el campo hasta la góndola en el que participemos todos: agricultores, el sector público, las empresas y los consumidores” asegura Natalia Giraud, directora de Asuntos Corporativos de Unilever Cono Sur.
En esta reconfiguración del escenario de producción y comercialización de alimentos, Hernán Sperber, director de la Unidad de Negocios Nutrición de Unilever, da un paso más y confirma que “Unilever trabaja junto con Knorr para democratizar la buena comida y desarrollar alimentos más nutritivos y sostenibles, cultivados de manera respetuosa con el ambiente, en sistemas que regeneran y que le devuelven al suelo todo lo que nos aporta cada día”.
En este marco, a finales del 2024, la compañía de consumo masivo presentó junto al INTA el informe “Aprendizajes y desafíos sobre la Agricultura Regenerativa en Argentina” que detalla los logros alcanzados en el marco de este trabajo colaborativo y destaca que estas prácticas se presentan como una oportunidad para generar un impacto positivo en la salud del suelo, la biodiversidad, la calidad del agua, la resiliencia climática y la rentabilidad agrícola, cultivando alimentos en armonía con la naturaleza.