La consultora PwC realizó la 26° Encuesta Anual Global de CEOs que recogió la opinión de más de 4.400 CEOs de 105 países y territorios en octubre y noviembre de 2022. La misma revela que la carrera contrarreloj de los ejecutivos es especialmente urgente cuando se trata del cambio climático.
La mayoría de los encuestados espera que en los próximos 12 meses el cambio climático les afecte en cierta medida, sobre todo en sus perfiles de costos y cadenas de suministro, mientras que un grupo menor, el 24% está preocupado por los daños producto del clima en sus activos físicos.
En este sentido, el 14% de los directores ejecutivos consultados en Argentina enfatizó su preocupación por el impacto a corto plazo de los riesgos climáticos en su perfil de costos en sintonía con la misma proporción a nivel regional y el 17% a nivel global. Frente a estos desafíos, los ejecutivos han emprendido y completado una serie de acciones. En particular, el 44% de los empresarios argentinos completó una estrategia basada en datos para reducir las emisiones y mitigar los riesgos climáticos, superando en 21 puntos lo reportado por sus pares de la región y del mundo.
Al respecto, Diego López, socio de PwC Argentina a cargo del aspecto social, ambiental y de gobernanza, revela que “La respuesta de los directores ejecutivos locales marca una auspiciosa tendencia, tanto por la relevancia de apostar por una estrategia de descarbonización basada en datos, como por haberla completado, a pesar de que algunas organizaciones todavía no hayan generado resultados medibles o no los reporten públicamente, cuando en la encuesta anterior más de la mitad de los empresarios del país reconocían no tener la capacidad para medir sus emisiones ni contar con un enfoque definido para la descarbonización”.
Cabe destacar que el 39% de los CEOs argentinos también ha implementado otras iniciativas para reducir emisiones y el 37% ha innovado en productos y procesos ecológicos, y en ambos casos superando en más de 10 puntos las respuestas del exterior.
Un análisis estadístico más profundo de la encuesta evidencia que los CEOs que se sienten más expuestos al cambio climático son más propensos a tomar medidas para hacerle frente. Este tipo de enfoque reactivo es comprensible, a la vez que genera sus propios riesgos. De hecho, la lucha contra el cambio climático requiere un plan coordinado a largo plazo, ya que no se resolverá si las únicas empresas que trabajan en ello son las que se enfrentan a un impacto financiero inmediato.
Por otro lado, tampoco se sabe hasta qué punto estas acciones producirán un cambio significativo, sobre todo a corto plazo, lo que, en términos de emisiones que ya están en la atmósfera, conducirá a un calentamiento continuado prácticamente en todos los escenarios.
Avanzar con el ritmo y la prioridad adecuados para mitigar los riesgos climáticos, generar oportunidades y descarbonizar son desafíos estratégicos de primer orden.