Durante la pandemia del Covid-19 se buscaron nuevas maneras de ser solidario. El Instituto de Ciencias Sociales y Disciplinas Proyectuales (INSOD) de UADE realizó una encuesta online para conocer las opiniones y prácticas de la población frente a las acciones solidarias realizadas durante este año atípico. Contó con la participación de 1080 personas, principalmente ciudadanos de 29 años, de nivel socioeconómico medio y medio-alto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.
El informe está compuesto por siete preguntas que muestran la mirada de la población frente a la ayuda brindada por organizaciones externas y por nuestro mismo accionar. A la hora de saber qué actores participaron de manera más solidaria en el contexto de la pandemia, las instituciones peor valoradas fueron los partidos políticos y los sindicatos. A diferencia de las organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro que fueron las instituciones mejor valoradas. Casi la mitad de los respondientes (49%) afirma que brindar protección a los vulnerables es competencia exclusiva del Estado.
Prácticamente la totalidad de los encuestados (94%) coincide en afirmar que la lucha contra el COVID-19 es responsabilidad de todos. Dos de cada tres afirmaron haber brindado algún tipo de ayuda solidaria desde el comienzo del periodo de aislamiento, social, preventivo y obligatorio. Las actividades solidarias más realizadas fueron la donación de material, alimentos y/o fondos, compras y apoyo emocional a personas vulnerables y/o dependientes.
El 41% de quienes no realizaron acciones solidarias el motivo principal fue el desconocimiento de organizaciones que les permitieran canalizar su voluntad de ayuda. Apenas el 16% de las personas que no realizaron acciones solidarias afirmó no haberlo hecho porque simplemente no le interesaba.
Cabe destacar que esta encuesta se realizó a finales del periodo de aislamiento en el mes de noviembre, 6 de cada 10 encuestados consideran que los actos de solidaridad realizados por los argentinos durante la pandemia han aumentado. El aislamiento social necesario frente al coronavirus cambió la manera de ser solidarios, pero no la vocación en aquellos que siempre se sintieron llamados a serlos.
Por Rocío Morabito